Actualmente se halla en estudio, desde la Universidad Jaume I y
la Sección de Neurología del Hospital General de Castellón, un
interesante caso de síndrome de acento extranjero (FAS, del inglés
Foreign Accent Syndrome) [1]. De pronto, una mujer de
mediana edad que sufre una lesión subcortical en el hemisferio
derecho, a consecuencia de un accidente vascular por traumatismo,
comienza a hablar su lengua materna –castellano– como si
fuera una extranjera. Su habla es perfectamente inteligible, pero
suena con un ‘acento’ extranjero que la paciente no puede evitar.
Así es hasta tal punto que, quien la escucha no duda en considerarla
de origen no español –francesa, inglesa, alemana o magrebí,
según distintas opiniones–. La paciente se siente extraña al escucharse
hablar y, como su acento no remite con el tiempo, esto le
ocasiona importantes conflictos de identidad personal.
Se trata de un ejemplo próximo de una rara alteración neuromotriz
del lenguaje, de la que hay muy pocos casos documentados
hasta la fecha. Si se revisa la literatura científica, se encuentran
no más de dos decenas de estudios específicos, que detallamos
a continuación.
El FAS, también llamado acento pseudoextranjero [2], puede
definirse como una alteración adquirida del habla a consecuencia
de una lesión en el sistema nervioso central (SNC), cuya característica
específica es la aparición de un acento extranjero al hablar
la lengua materna, tal como lo percibe cualquier oyente nativo de
la misma. Puede aparecer acompañada de otros síntomas de carácter
afásico o disártrico, si bien en muchos casos se presenta de
forma aislada, con puntuaciones normales en los tests de lenguaje
(test de Boston para el diagnóstico de la afasia y otros). En la tabla
I aparecen los casos que hemos recogido de la literatura.
El primer caso del que se tiene noticia se debe a Marie y Foix
[3], en 1917, sobre un parisino que había desarrollado un acento
‘alsaciano’ junto a una hemiparesia derecha, como consecuencia
de una herida de guerra. Dos años después, Pick [4] refiere el caso
de un joven carnicero checo, cuya habla sonaba con acento polaco
después de sufrir una lesión cerebral. Junto a este efecto, el paciente
presentaba síntomas afásicos, con cierto agramatismo y
errores parafásicos. Pick le atribuyó acento polaco por su pronunciación
más suave de las consonantes /s/, /z/ y /c checa/, un acortamiento
general de las vocales y la colocación del acento en la
penúltima sílaba en lugar de la primera. Todos estos rasgos son
propios del polaco e inexistentes en el idioma checo. Hay que
destacar que el sujeto había tenido con anterioridad cierto contacto
con el polaco durante su servicio militar.
Más conocido es el caso publicado en 1947 por el neurólogo
Monrad-Kröhn [5] en la revista Brain. Se trataba de una mujer
noruega de 30 años que fue alcanzada por un fragmento de proyectil
durante un bombardeo nazi en la segunda guerra mundial. El
examen radiológico reveló una lesión frontotemporoparietal y, como
resultado de la misma, su noruego empezó a sonar con lo que los
oyentes nativos identifican, ironías de la vida, como un fuerte acento
alemán. Según Monrad-Kröhn, este ‘acento’ proviene, fundamentalmente,
del hecho de que su noruego es hablado con un
patrón prosódico alterado, que recuerda al del alemán; con modificaciones
en el estrés de las palabras –las palabras noruegas tienen
dos acentos– y el contorno entonacional de las frases. La mujer no
podía evitar esta alteración de su habla y ello le ocasionó innumerables
problemas en su vida diaria –rechazos en las tiendas y en
situaciones sociales– al ser identificada como germana.
Hay informes breves sobre otros casos de FAS durante los
años sesenta y setenta [6-9]. Más recientemente, Whitaker [10]
presenta el caso de una mujer que desarrolla un ‘acento extranjero’
una vez que se recuperó de una afasia de Broca causada por
un ataque cerebral. Su habla inglesa sonaba, a oídos de los oyentes
nativos, con acento español o alemán, según opiniones, porque
no reducía las vocales átonas, tenía tendencia a deshacer los
diptongos, y presentaba otras modificaciones articulatorias que
recordaban el habla de los españoles –o los alemanes– cuando se
comunican en inglés como segunda lengua. El paciente de Schiff
et al [11] era bilingüe angloportugués y desarrolló un síndrome
con acento que sonaba a chino, según los oyentes.
A medida que nos acercamos al presente, los informes se
detallan más y técnicamente son sofisticados, tanto en los análisis
acústicos del habla como en las técnicas de neuroimagen que
exploran las estructuras nerviosas afectadas.
Graff-Radford et al [12] estudian en 1986 a una mujer norteamericana
de 56 años que, junto a una afasia motora transcortical,
presenta un acento extranjero después de
un ictus cerebral. Sin tener ninguna experiencia
previa con un segundo idioma, sus
amigos y familiares la perciben con un acento
típicamente escandinavo. Sin embargo,
una hablante sueca nativa que escuchó la
cinta grabada con su voz no le encontró un
verdadero acento nórdico. El disponer de
una grabación sonora previa a la enfermedad
permitió efectuar análisis comparativos
intrasujeto y los resultados mostraron
cambios vocálicos y un intervalo entonacional
más restringido. Por otra parte, la
paciente de Gurd et al [13], al contrario que
en la mayoría de los casos FAS, no parece
presentar alteraciones prosódicas.
Blumstein et al [14] llevan a cabo un
exhaustivo análisis acústico sobre el habla de una angloparlante
de 62 años, afectada a causa de una pequeña lesión de la materia
blanca subcortical bajo las circunvoluciones pre y postrolándicas.
Los autores destacan, por encima de otras, las alteraciones de
naturaleza prosódica. Nueve años más tarde, parte del mismo
equipo de investigadores [15] estudia otro caso de FAS en un
varón angloparlante de mediana edad que sufrió un accidente
cerebrovascular en el hemisferio izquierdo. Tras la recuperación
de una afasia de Broca moderada, el paciente, bioquímico de
profesión, exhibe un habla con acento extranjero que no puede
evitar, incluso dos años después de su aparición.
Ardila et al [16] informan de un joven hablante de español
latinoamericano que adquiere un ‘acento’ inglés tras sufrir un
ataque cerebral. Sus rasgos más sobresalientes eran cambios fonéticos
en las vocales y consonantes, alteraciones suprasegmentales
y un ligero agramatismo. También son hablantes de español
los cuatro casos argentinos, un varón y tres mujeres, que refieren
Berthier et al [17]. Todos ellos desarrollaron un FAS durante el
período de recuperación de una afasia no fluida o una afemia. Los
análisis acústicos revelaron alteraciones articulatorias en dos de
los pacientes y patrones prosódicos atípicos en los cuatro.
Desde la norteamericana Clínica Mayo se informa de un total
de 13 casos observados en su dilatada práctica clínica [18]. En
Oslo, Moen [19] estudia una mujer noruega con FAS tras sufrir
un ictus cerebral izquierdo. A partir del ataque su habla suena
con acento inglés a oídos de los noruegos nativos. Su pronunciación
no parece en modo alguno disártrica o patológica; por el
contrario, es clara, fluida y perfectamente inteligible, aunque
con alteraciones en la entonación y en la articulación de vocales
y consonantes.
Ingram et al [20] presentan una mujer australiana con acento
extranjero 18 meses después de sufrir un accidente vascular en el
hemisferio izquierdo. Afortunadamente, los autores dispusieron
de grabaciones previas al accidente que pudieron comparar con
el habla afectada. Un análisis de regresión múltiple reveló que no
todas las alteraciones presentes en su habla contribuían del mismo
modo a la percepción del ‘acento’ extranjero. Los datos indicaron
que, en el caso de esta paciente, los rasgos patológicos que
causaban con más intensidad la impresión de habla extranjera
eran los cambios prosódicos, sobre todo al final de las frases, los
ensordecimientos de las oclusivas finales y la articulación fuerte
de las consonantes.
Takayama et al [21] estudian a una mujer en Japón que empieza
a hablar japonés con acento coreano tras sufrir una lesión en
la circunvolución precentral izquierda. Tras una breve afasia,
resuelta en horas, la paciente pronuncia las frases alterando su
entonación prosódica y colocando acentos innecesarios, de modo
que causa la impresión de poseer un fuerte acento coreano a oídos
nativos japoneses. La paciente no tuvo ninguna experiencia previa
con el coreano y se trata de un caso FAS relativamente puro,
sin afasia, disartria, apraxia o cualquier otra alteración del habla.
Moonis et al [22] refieren un caso de acento ‘francés’ en un
paciente norteamericano sin lesión estructural aparente en resonancia
magnética (RM), pero con una hipoperfusión en el núcleo
caudado izquierdo. Roth et al [23] estudian un varón de habla
angloamericana que, tras sufrir una hemorragia cerebral, desarrolla
una afasia de Broca y un fuerte acento holandés. Los autores
consideran que, en este caso, se trata de la emergencia de un
acento previamente aprendido, al comprobar que el paciente había
nacido y vivido en Holanda los cinco primeros años de vida, antes
de que su familia emigrara a los EE.UU. Recientemente, en la
revista Brain & Cognition, un estudio [24] aborda un caso de FAS
en el que compara grabaciones del habla anteriores y posteriores
a un traumatismo craneoencefálico causado por una agresión física.
La evaluación neuropsicológica que se efectuó seis meses
después del episodio arrojó resultados normales, sin presencia de
afasia o disartria, pero con la persistencia del acento extranjero.
Finalmente, Dankovicova et al [25] realizan un exhaustivo análisis
de las características temporales y de frecuencia del habla de
una inglesa que muestra acento ‘escocés’ después de sufrir una
lesión en el hemisferio derecho.
yo soy mexicana, se hablar ingles, pero mucha gente mexicana me escucha y me pregunta que de que pais soy ... debo decir que yo pense que esto se debia a una deficiencia auditiva que tengo en un oido y que eso me hacia hablar en forma distinta ... nunca he tenido lesiones en la cabeza
ResponderEliminarsi no has tenido lesiones en la cabeza no es posible que tengas este sindrome
ResponderEliminarvivo en argentina y hace tres años me operaron de un tumor en cerebelo desde alli no hablo igual que antes, segun la gente que me escucha cree que soy de centro america. estuve un año en rehabilitacion y he mejorado bastante pero como dije ya no hablo igual.
ResponderEliminarTengo una amiga, que sufrio un fuerte dolor de cabeza, tubo fiebre, y al dia siguiente se le quedo la mitad del cuerpo derecho paralizado, Todos pensaron que le agarro un ACB, pero las tomografias no muestran daños, elle no puede manejar bien su cuerpo del lado derecho, habla como extranjera, no puede leer ni una frace corrida, ni escribir palabras, de esto hace un mes y aca en argentina le dicen que es un caso raro, y no saben como ayudarla!!!! ella esta deprimida por que esta todo el tiempo cansada, se pirde, y se pierde la memoria
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