La Enfermedad Injerto Contra Huésped asociada a Transfusiones (EICH-AT) se produce por
una respuesta inadecuada y autodestructiva del organismo frente a la incorporación y proliferación de
linfocitos T presentes en los hemoderivados. Afecta fundamentalmente a pacientes inmunosuprimidos de
predominio celular, aunque también a inmunocompetentes con determinadas características genéticas. Se
manifiesta como un síndrome agudo que compromete piel, hígado, tracto gastrointestinal y médula ósea,
confundible al inicio con enfermedades banales frecuentes. Actualmente la prevención, mediante el uso de
hemoderivados irradiados representa la única medida terapéutica demostrada. Objetivo: Presentar una
entidad patológica grave y poco reconocida asociada a una práctica clínica habitual. Caso clínico:
Lactante de 6½ meses portadora de una Inmunodeficiencia Combinada Severa que posterior a una
transfusión de glóbulos rojos filtrados desarrolló esta enfermedad. Conclusiones: La EICH-AT es una
complicación iatrogénica infrecuente, altamente letal y potencialmente prevenible relacionada a la administración
de hemoderivados. Requiere un alto grado de sospecha clínica, mas aun en menores de 1 año en
quienes pueden desconocerse patologías de riesgo subyacentes.
La transfusión de hemoderivados es una
conducta terapéutica habitual en las unidades
de pacientes críticos pediátricos. Esta medida,
sin embargo, no está exenta de complicaciones
describiéndose reacciones adversas post-transfusionales
en alrededor de un 2% de los productos
sanguíneos administrados1,2.
La Enfermedad Injerto Contra Huésped Asociada
a Transfusión (EICH-AT) es una complicación
poco reconocida e infrecuente descrita
para esta práctica, que conlleva una alta letalidad
tanto por su evolución como por el contexto
clínico en que habitualmente se presenta, pues
afecta fundamentalmente a pacientes inmunosuprimidos,
aunque también ha sido descrita en
pacientes inmunocompetentes bajo determinadas
condiciones3-9.
La EICH-AT tiene su origen en los linfocitos
T presentes en los hemoderivados, los que por
determinadas razones no son rechazados por el
receptor de la transfusión. Estas células injertadas
e incorporadas (“engraftment”) por el huésped
desencadenan una respuesta inmune celular,
manifestándose finalmente como un síndrome
agudo que compromete piel, hígado, tracto
gastrointestinal y médula ósea. A la fecha, no
existe una terapia efectiva para esta patología,
resultando la prevención la única alternativa
terapéutica segura3-5.
Este artículo describe el caso de una lactante
hospitalizada en la Unidad de Paciente Crítico
Pediátrico (UPCP) del Complejo asistencial
Dr. Sótero del Río (CASR) en quien se desconocía
la preexistencia de una Inmunodeficiencia
Combinada Severa (IDCS) –condición de mal
pronóstico sin un tratamiento precoz (trasplante
de Médula Osea)– y quien posterior a una
transfusión de glóbulos rojos filtrados evolucionó
hacia una EICH-AT, falleciendo luego de
una tortuosa evolución.
A partir de este caso clínico, se discute la
epidemiología, fisiopatología, presentación clínica,
procedimientos diagnósticos, recursos terapéuticos
y preventivos de los que se dispone
actualmente para una adecuada aproximación
de manejo de la EICH-AT.
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