La MPS I es una enfermedad progresiva, debilitante, y a
menudo fatal. Es un trastorno hereditario causado por la deficiencia de una
enzima llamada alfa-L-iduronidasa (pronunciado alfa-ele-iduro nidasa). Esta
enzima se necesita para degradar ciertas substancias en el cuerpo comúnmente
conocidas como GAG (glicosaminoglicanos). Casi todos los órganos pueden ser
afectados irreversiblemente a medida que aumenta el depósito de GAG en el
cuerpo. Por lo tanto, el diagnóstico y tratamiento temprano de MPS I son
importantes.
La enfermedad de MPS I también es
conocida como Síndrome de Hurler, Hurler-Scheie, y Scheie. La incidencia de la
MPS I se calcula entre 1 en 144.000 nacimientos para el Síndrome de Hurler, y 1
en 1.3 millones para el Síndrome de Scheie. También existen estadísticas con
casuísticas que muestran incidencias más altas: vig Hurler 1 en 74.000;
Hurler-Scheie
1 en 173.000; Scheie 1 en 600.000. (Información proveniente de los archivos de
Genzyme.)
MPS en general
Descripción
Los mucopolisacáridos son substancias tipo gel producidas
por nuestras células que se encuentran normalmente en las células, las
secreciones mucosas y los líquidos sinoviales. Cuando hay deficiencia de
enzimas necesarias para la descomposición de los mucopolisacáridos, estos se
acumulan en formas inmaduras que no pueden ser eliminadas ni utilizadas de
forma correcta por el organismo.
Esta es la condición llamada mucopolisacaridosis (MPS). Son
un grupo heterogéneo de enfermedades genéticas que se enmarcan dentro de las
enfermedades originadas por cúmulo excesivo de sustancias, por errores
congénitos del metabolismo y ocasionan muchos trastornos físicos grave. Son
muchas las enzimas implicadas en este proceso, por lo que son muchos los
diferentes tipos de enfermedad que pueden existir, dependiendo del enzima
deficitario.
Las mucopolisacaridosis, como hemos dicho son enfermedades
hereditarias. Esto significa que el defecto se encuentra en la información
genética transmitida por los padres. Los genes representan el mapa de la
herencia. Dirigen el crecimiento y el desarrollo de nuestro cuerpo y determinan
características tales como el color de los ojos y la estatura. Las personas
heredan dos copias de cada gen, uno de cada padre.
Cómo se transmiten las MPS
Los genes que controlan la producción de las enzimas que
procesan glicosaminoglicanos (GAG) son transmitidos de padres a hijos. En las
personas afectadas de MPS, uno de estos genes es defectuoso. Como resultado, no
se producen cantidades suficientes de la enzima responsable del trastorno, o la
enzima, aunque disponible, no funciona adecuadamente.
Las MPS tienen un patrón de herencia autosómico recesivo. La
persona nace con esta enfermedad al heredar dos genes defectuosos, uno de cada
padre. Cuando una persona solamente recibe un gen defectuoso de MPS, él o ella
no desarrollara la enfermedad, pero será un portador de la misma. Una persona
portadora puede transmitir el gen mutante que podría originar enfermedad en sus
hijos.
La enfermedad de Hunter constituye una excepción en este
grupo, ya que su patrón de herencia es diferente, estando ligado al cromosoma
sexual X. Esto significa que se transmite por vía materna a los hijos varones.
Los hombres tiene un cromosoma X y uno Y. Las mujeres tienen dos cromosomas X.
Si uno de ellos contiene un gen defectuoso, al transmitirlo al hijo este padecerá
la enfermedad al no poseer otro X con el gen normal.
Las probabilidades de transmitir los genes en las MPS

Cuando ambos padres son portadores, existe una probabilidad
del 25% por cada embarazo de que el hijo herede dos genes defectuosos y nazca
con la enfermedad de MPS y el 75% de probabilidad de que no padezca la
enfermedad (25% de probabilidad de que ninguno de los genes heredados tenga la
mutación y 50% de probabilidad de que el hijo herede uno de sus dos genes
mutantes y sea un portador de la enfermedad sin presentar síntomas).
Posibilidades cuando ambos padres son portadores
- El
niño hereda dos copias sanas del gen, una de cada padre (niño no
afectado).
- El
niño hereda una copia defectuosa del gen materno, y una copia sana del gen
paterno (niño portador).
- El
niño hereda una copia defectuosa del gen paterno, y una copia sana del gen
materno (niño portador).
- El
niño hereda dos copias defectuosas del gen, una de cada padre (niño
afectado).
Las familias que resultan afectadas por la enfermedad de MPS
I pueden consultar a un médico o genetista para plantear el tema de la herencia
genética y la planificación familiar.
En el caso de la enfermedad de Hunter, si la madre es
portadora, existirá en cada embarazo de un niño varón una probabilidad del 50%
de padecer la enfermedad.
La incidencia individual de cada enfermedad es pequeña, pero
su incidencia como grupo de enfermedades puede llegar a 1/5000 nacimientos.
La Clínica depende del tipo de mucopolisacárido acumulado,
pero generalmente tienen implicaciones similares, caracterizándose por un curso
degenerativo letal progresivo con presencia de deformidades óseas, retardo del
crecimiento, retraso madurativo y mental, sordera y alteraciones oculares,
entre otras alteraciones.
Son enfermedades que ya están presentes desde el nacimiento,
y suelen aparece tempranamente, generalmente ya son evidentes al nacimiento o
durante el primer o segundo año de vida; aunque pueden no hacerse evidentes
hasta etapas más tardías.
El diagnóstico de estas enfermedades puede hacerse por las
características físicas si estas son evidentes, mediante determinación de la
sustancia acumulada en los tejidos o líquidos corporales (orina), detección del
déficit enzimático en muestras de sangre o celulares (leucocitos y
fibroblastos) dependiendo de cada caso, por estudios genéticos, e incluso de
forma prenatal con estudios del líquido amniótico. Estas enfermedades no tienen
un tratamiento eficaz, y pronóstico fatal, por lo que es importante la
prevención, y en este apartado, el mejor arma del que disponemos es el consejo
genético. Es por eso que los estudios genéticos, más que diagnósticos de la
enfermedad, nos servirán para detectar a los posibles portadores dentro de la
familia de un afectado.
El prototipo de este grupo de enfermedades, es la Enfermedad
de Hurler aunque hay más tipos de síndromes como:
- El
síndrome de Hunter
- El
síndrome de Hurler
- El
síndrome de Scheie
- El
síndrome de Sanfilippo
- El
síndrome de Maroteaux-Lamy
- La
enfermedad de Morquio
Actualmente no existe ningún tratamiento eficaz para este
tipo de trastornos. La investigación se ha centrado en diferentes estrategias,
como el reemplazamiento enzimático, los transplantes hepáticos, el transplante
de médula ósea, y últimamente en la terapia génica y las células madre. Estos
últimos avances podrían llevar en un futuro hacia una terapia eficaz, pero
todavía queda un largo camino. De momento, hemos de resignarnos con un
tratamiento sintomático para intentar paliar en la medida de lo posible las
dificultades que vayan surgiendo.
La investigación acertada de alguno de estos síndromes es
aplicable a más de 5.000 enfermedades genéticas.
Mucopolisacaridosis y síndromes relacionados
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Mucopolisacaridosis
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Síndromes Relacionados
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MPS I
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ML II
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MPS II
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ML III
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MPS III
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ML IV
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MPS IV
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Manosidosis
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MPS VI
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Fucosidosis
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MPS VII
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Sialidosis
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MPS XI
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- Deficiencia
múltiple de suftatasas
- Aspartiglucosaminuria
- Gangliosidosis
GM I
- Gangiosidosis
GM I
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Bibliografía
Spranger JW. Mucopolysaccharidoses. In: Kliegman RM, St Geme JW, Blum NJ, Shah SS, Tasker RC, Wilson KM, eds. Nelson Textbook of Pediatrics. 21st ed. Philadelphia, PA: Elsevier; 2020:chap 107.